Huesca, 14 de marzo de 1807.
Am[ig]o mío y d[ue]ño: supongo que havrá v[uestra] m[erced] dispensado la fineza de no haver atribuido mi suspensión en la pluma a falta de cariño, que lo profeso con todas veras a v[uestra] m[erced], a d[o]n Ramón y d[o]n Gaspar. Haga v[uestra] m[erced] prueva de ello en quanto me considere útil, que aseguro procuraré complacerle con el verdadero af[ec]to q[u]e le profeso. Esto mismo he asegurado siempre a los dos estudiantes y el rubor que he tenido de no haver escrito a v[uestra] m[erced] en tanto tiempo, sin embargo que me ven siempre tan atareado.
Me acaba de decir d[o]n Gaspar que su hermano quiere graduarse de doctor en cánones. De ningún modo le conviene en estas tristes calendas en que está la Universidad embuelta en mil locuras, desordenes y partidos. Ni con los colegiales ni con los manteístas tomo partido alguno, pero me llega al alma la dolorosa situación de la afligida madre q[u]e me ha proporcionado toda mi carrera. Ella, la pobre, padece y mucho sin culpa alguna.
No prosigo por no entristecerme ni entristecer a v[uestra] m[erced], q[u]e no dudo sentirá, como buen hijo, los mismos conflictos q[u]e yo. No es pues sazón de tal grado, en sumo solo el de bachiller y ver lo q[u]e después trahe el tiempo.
Vea v[uestra] m[erced] en q[u]é puedo serle útil y mandar con franqueza a su at[ent]o seg[ur]o am[ig]o, q[ue] s[us] m[anos] b[esa],
Mariano Loberas
S[eño]r d[o]n Ramón Jover