Fatarella y mayo a 8 de 1809.
Mi más afecto amigo: ignoro el lenguaxe que he de proferir en esta, que la mucha amistad te dirige y la buena ocasión tengo, por la que he sabido te hallabas en esa de Targa bueno y sin allarte ocupado en la milicia, lo que me parecía difícil. Qué admiración me causa la contrariedad de los tiempos. Aquellos objetos que en Zaragoza contribuhieron a ratificar nuestras finas amistades ya demolidas y por su destrucción, en peligro de sentir iguales angustias que aquellos leales españoles que fueron sorprendidos en aquella Numancia, me hacían quasi entermecer, pero ya parece que el Omnipotente ha escuchado las súplicas de toda una nación agoviada, ya el monstruo de la vileza parece que le oprimen sus inponderables vicios, ya la naturaleza parece·que quiere vengarse del que ha querido su destrucción.
Amigo, carecemos de noticias en esta y, aunque la amistad me dará lugar a exigir las de ti, no lo he hecho por creerte ocupado en la milicia y no saber tu paradero, pero, ahora, que con cortitud sé que subsistes en esta, tu casa, te escrivo para que conoscas mi constancia en la amistad que te he profesado. No te canses en escrivírmelas quantas haya verosímiles y ciertas en esa, que, por ser población crecida, las abrá sin duda y muy circunstanciadas,
Mi estado es el del matrimonio con aquella misma que, si te acuerdas, fue el objeto de crítica para Fran[cis]co Vidiella en aquel café en donde solíamos hir en aquellos días a·pasar el rato y también el mismo pueblo mi fortuna no ha sido muy ventajosa, pues me hallo sujeto a·unas gentes que solo tienen una tal qual religión, pero muy poca civilización, pues labradores, y que se han empleado únicamente en el trabajo material del campo, de lo que me resulta algunos disgustos, por no congeniar conmigo. Sería muy molesto si huviese de satisfacer mi voluntad en este acto y, así, te digo que me escrivas immediatam[en]te las noticias haya en esa y la carta la dirigirás por Tarragona, Tortosa, en Ascó, que en seguida continuaré el curso de mi situación y te haré saber aquello más escondido de mi pecho, para satisfacción de la fina amistad que te profeso. Saluda a tus s[eño]res padres y hermanos y tú manda a tu más afecto amigo, quien desea tu felicidad,
Miguel Juan Suñer
Amigo d[octor] d[on] Ramón María de Jover