Ripoll, 30 de s[eptiem]bre 1834
Amados herm[ano]s: por el hordinario te escriví una esquelita ayer en contestación a la tuya del correo en q[u]e me decía q[u]e aríais bien de hiros luego por lo q[u]e pudiese suseder. También te decía si podías mandar a·Berga (pues pienso q[u]e luego marcharemos) el bestido de alepín con las tufas grandes q[u]e están en el cofre de más ar[r]iba, adentro una caja o baulito. En fin, tu mismo. La botella para Úrsula q[u]e quiere probarla, por haora sigue lo mismo, muy hinchada, a·beces de un lado, hotras de hotro y así ba siguiendo. Oy decía si sería dolor reumático, pero yo creo q[u]e no.
Espero saber luego de buestro paradero y todo lo demás. Gozáis de buena salud, q[u]e es lo q[u]e interaza [sic], mandando como gustéis a buestra hermana q[u]e hos ama,
Luisa
Bues[tra] h[erman]a q[u]e os quiere de corazón. Deceo esa redoma por ver si Dios me derá un remed[i]o por ella y dime cómo la tengo q[u]e tomar.
Úrsula
P.D.: Si bes al p[adre] corrector te estimaré acabes de darle lo q[u]e le devo. Fuera cargos de conci[enci]a y, al mismo tiempo darle las g[racia]s de mi parte, con afectos y si a·sabido de su hermano y mi niño. Esp[resione]s a todos, sin olbidar a Pepa, Rita y un besito a Dolorcitas de mi parte.