Bar[celo]na, 14 marzo de 1835
Mi querido herm[an]o Pepe: he recibido tu apreciada del 11 y veo en ella la pompa del entierro de Narciso (q[ue] en p[az] d[escanse]), sirviéndome del mayor consuelo la tranquilidad y buenas señales con q[u]e tocó el extremo de su malhadada carrera.
Las monjas acaban de mandarme un recado o papelito encargándome te diga q[u]e si debes repartir misas les mandes algunas más, a·más de las quince cuya caridad y demás satisfaré.
Considero q[u]e un día a otro tendré el gusto de verte y, por este motivo, no soy más difuso, bien q[u]e no ocurre cosa particular. Sin embargo, por si pasases en ésa el día de tu s[an]to patrón, te·lo felicito por mil años con muchas satisfacciones en compañía de padre·María·Gracia, niños, etc. Ramón dice otro tanto y la María·Ana también y todos os saludamos.
Hasta la vista. Manda a tu·aff[ectísi]mo herm[an]o.
Tomás
[P.D.]: Estuve en·el oficio q[u]e cantaron las monjas.