Mataró, 17 abril [1]839
Querido Pepe: con el sentimiento propio de una esposa q[u]e ama a su marido y de un hijo q[u]e idolatra a su padre (q[ue] g[loria] g[oce]) dexó de existir el día 12 a las diez de la mañana, después de haber hecho nosotros por su salud y por ahor[r]arle todo lo q[u]e ha dictado el arte de medicina, q[u]e lo q[u]e hemos creído podía alargarle la vida un día más.
Tanto madre como yo hos encargamos tengáis presente su alma en vuestras oraciones.
Con tu esposa mandad a este v[uestro] s[ervidor]<s>
Felipe de Saleta