Gerona, 2 agosto de 1847
Apreciadísimo esposo de mi corazón: ayer te escribí por Melsa y te incluyí las cartas de las niñas, qe. deseo saber lo que dicen, pero no te canses a traduhirlas, qe. basta en decirme lo sustancial.
Si tienes medias qe. estén estropeadas, quando Melsa traiga la Virgen se las puedes entregar.
Veo lo que me dices de Joaquín. Esto regularmente le baldrá mucho. Me alegraré lleg[u]en con toda felicidad.
Te aprecio muchísimo la oferta qe. me aces de benir a buscarme si considero qe. los caminos estubiesen seguros, pero en esta ocasión, ahunqe. lo estubiesen, tampoco podría hir, qe. si bienen tropas regularmente tendremos alojamiento y, a·más, ha quedado sin calentura, pero le ha repetido el desmaño, ahunqe. no a sido fuerte. Yo temo qe. se abrán buelto las tercianas y qe. el desmaño ya son correos de la calentura qe. le ha de sobrebenir, pero si le biene hoy no serían tercianas. Veremos. Te aseguro qe. lo siento. Como puedas considerar todo sea por Dios. Sobre todo procura tu a estar bueno y si los baños te prueban aprebecha la ocación.
Ya recibimos los pollos y te incluyo la carta de José, qe. de Vicens dice lo mismo qe. he ohido decie aquí, qe. se teme sea muerto. Quando le escribas dile a José qe. no le he contestado porque estoy sumamente ocupada con los niños. Mariano hoy está mejor, gracias a Dios.
Recibe todo el corazón de tu amantísima esposa,
Mª Gª Barraquer.
P.D.: Salvo tu paracer, me parece qe. sería lo mejor bender el vino del molino antes qe. baje de precio.
