Gerona, 16 enero de 1846
Mi querida hija Manuelita: a su tiempo recibí tu apreciada carta del 6 corriente por conducto de [la] m[adre] superiora y m[adame] Serra, a·las que tube el gusto de visitar a su paso por esta ciudad, y me dijeron q[u]e la Benita tenía ya una medalla, de·lo·que me alegré mucho, como también nos ha servido de grande satisfacción, tanto a tu papá a mí, el que tú seas aspirante de la Congregación de los Ángeles, con·lo que unido a la mejora q[u]e hemos notado en el último boletín, esperamos q[u]e, con la ayuda de Dios, tendremos el consuelo de·que en lo succesivo progreserás en virtud y en ciencia y llenarás nuestros deseos dirigidos a la mayor gloria de Dios y a tu felicidad verdadera.
Ya sabes q[u]e tu papá y yo os estimamos mucho y, tanto tú como Benita y Gracieta, debéis estar ciertas q[u]e, si en todo procedéis bien, podréis prometeros las tres todas las recompensas de nuestro amor.
Tu papá ha llegado de Barcelona y siente no poderte escribir porque está muy ocupado y ha de partir a S[ant] Feliu y me encarga te diga q[u]e está muy contento de ti, porque espera le harás quedar bien.
Lo único que ahora nos dá cuidado es el mal de la nariz. Debes repetir la leche de burra y labártelo con aquella agua blanca q[u]e aquí te curó y, si·no te acuerdas, dímelo, que te enbiaré la receta.
Te encargo muchísimo q[u]e me escribas la verdad sobre el mal de nariz y q[u]e no te lo toques nunca.
Ofrecerás nuestros respetos a m[adame] Quincien y demás señoras, recibiendo vosotras, mis queridas hijas, los cariños de vuestra mamá,
Gracia Barraquer y de Puig