[“Mi querida hija Manuelita: por lo qe. me dices con tu última del 29 enero, que acabo de recibir, sospecho que tal vez tu padeces un sentimiento por el Trabajo que tienes en seguir la clase y por la dificultad que hallas en aprender los verbos” / “Yo, como a padre que te estimo, te aconsello que en todas las cosas y en los estudiós hagas siempre quanto puedas con aplicación constante, sin pereza ni floxedad y lo encomiendes a Dios de todo corazón”; s’alegra que “en el español tienes ya dos primeres y una segunda”; “Pienso qe. un día de estos tendrás una visita de Dn. Ramon de Sabater, como ya te dixe en mi anterior”; “No puedo ser más largo porqe. el correo no me da tiempo y solo te he puesto de·prisa estos renglones pª que no decaigas de espíritu ni te menoscabes la salud por las dificultades que halles en los estudiós y para recomendarte mui mucho el estudio del español que es lo que al presente yo deseo aprendas con perfección”].