Castelló, 28 julio 1819
Mi amigo y muy Dn. Antonio: va el mi criado con las jaulas y la làndrias, según me lo encargó. El tratamiento por lo más contingente de vivir, prestarles la comida avena molida entre medio de dos ladrillos machacada, mesclada con·trigo, migo, con otras gravillas y tierras que le cahen del cribao, darles a·menudo agua fresca o refrescárselas, alguna oja de anselada o escarola quando la aiga, con lo demás que le dirá el criado.
Son siete las qe. emviho, a saber, para uno que le ha de quedar en cada gavia solo y los otros quatro restantes para una prueba, contándoles un poquillo las alas, echarles al palomar según lo proyectamos en Figueras para la prueba de si resultarà más seguras de vivir, pues son mui delicados, hi podrá ser qe. los tales viviendo más espaciosos o con más liberdad podrà se[r] qe. salga bien tal prueba. También proporcionarles las otras esporquillas del granero con las tierras. Esté[n] Vms. buenos y mande
De su afecto Sdor. Dr. Rafael Fuster
P.D.: a·las tres calandrias de las jaulas podrán mesclarles algunos gusanillos de paneras, moscas medio muertas con alguna pastilla de sacallas remolada para comer quanto quieran, para emvelesarlas su esquivez.