Fuente·la·Peña, 26 de d[iciem]bre [de 1828]
Mi querida mamá: la salud de n[ues]tro general está ya mui mejorada, pero nuestras ocupaciones no dan treguas y llegan ya alguna vez a abrumarnos.
Andriani está en Zamora, p[er]o está bueno. Sin duda no te escribí q[u]e lo de Carlitos se compuso desde luego quedando como antes en su cuerpo.
Mucho celebro las bodas de Ricla y demás, p[ue]s deseo el aumento general y las satisfac[cione]s de todos.
Da en mi nombre Pascuas, días, enorabuenas y cuanto tengas p[o]r conveniente p[o]r q[u]e p[ar]a esto y p[ar]a todo tienes carta blanca mía.
Deseo se verifique pronto lo q[u]e se me ha ofrecido p[ar]a el s[eñ]or sacristán y q[u]e será digno de sus servicios, virtudes y disposición. Luego pensaremos en lo q[u]e podrá convenirle a m[osé]n Estevan.
Por tu conducto escribiré a papá otro día, pero en el interín hazle saber q[u]e los q[u]e más se interesan p[o]r él son mi general, Canterac, Llauder, Amarillas , Freyre y Castaños . A este último convendría le escribiese y al primero creo debe hacerlo p[o]r lo mucho q[u]e sin tapujos y directamente se ha interesado con la reyn[a] en su obsequio, y yo quisiera q[u]e si tú no lo tienes a mal dieses el parabién a Llauder, p[ue]s q[u]e me consta te ha hecho justicias con entusiasmo y ha obrado mui bien con papá.
A·diós, mil afectos a todos y soy tu amante hijo.
Leopoldo