Madrid, 10 marzo de 1832
Mi querido Sisonet: como en todas las cosas se debe caminar con el mayor tino posible a·fin de acertar, te doy la comisión de averiguar con mucha reserva lo siguiente: parece que ese s[eñor] gobernador embió a llamar a Vilamala, mi encargado en esa, y le dijo que pues era pr[ocurad]or mío, había de merecerle un favor y era que, queriendo él ir a habitar la casa del gobierno en la que habitaba el coronel de caballería, había de alquilar a dicho coronel mi casa, y que Vilamala le contestó que estaba concedido, pero que él había también de merecerle otro favor, y era q[u]e en casa Gelabert había un molino de chocolate que le incomodaba mucho y q[u]e le estimaría lo hiciese parar, como efectivamente se dió la orden al chocolatero para que parase el molino y paró. Si es así, de lo que tengo bastante probabilidad, y espero saber por tí a punto fijo, junto con todos los demás pormenores o noticias que puedas darme acerca el particular, averígualo con reserva y dime si quieres la guarde con respecto a ti, pero no te valgas de d[on] Narciso Garrigolas para ello, pues como se ha quedado sin chocolate en casa está que trina. Veremos a·quien molerá el tal molino, y a·quien se le indigestará el chocolate que no se muela en él. En·fin, dime lo que hay con la posible brevedad, pues me conviene pronto el chocolate para pasar el refresco, interín se harán las esquelas para el convite, cuyo se titulará, cada·uno procure para sí, et[céter]a.
Hace dos días que volvemos al invierno según el frío que hace.
Mis esp[resione]s a Dolores y demás. Disimula tanta molestia como te doy por el asunto que nos ocupa. Te doy las g[racia]s por lo que te has ocupado d[e]·él y espero dispondrás con igual franqueza si en algo puede serte útil tu sincero amigo.
Juan O[liveras]
P[ost] d[ata]
Veremos que tal os peynará vuestro nuevo alcalde mayor, pues es d[on] Blas Peinador