Poblet y octubre 6 de [17]83
Querido Niubó: como para mí las más mínimas insinuaciones de u[ste]d son de aquellos preceptos que no puede recistir la naturaleza, por tanto, haviéndome dicho Pablo que u[ste]d le havía encargado me dixesse que escriviesse, lo hejejuto [sic] para acreditarle el afecto y cariño me merece, pues, no obstante, de no hallarme muy bueno y haver llegado Pablo en un día canzadícimo, no es motivo suficiente para detener mi pluma y rendirme de nuebo y muy gustoso a todo quanto u[ste]d se sirva mandarme.
Estimaré a u[ste]d no sea tan perezozo en escrivir, pues de carta a carta me haze passar un silgo [sic]. Yo, como u[ste]d me responda a todas las cartas que le escriva, escriviré más a menudo, porque de essa manera veré que gusta u[ste]d de ellas y, de otro modo, siempre me temo molestarle, lo que sentiría en el alma, pues todos mis deseos anelan su bien_estar, para cuio fin cohoperaré en quanto alcance mi arbitrio en todas las ocaciones que u[ste]d quiera. No puedo más, mande a su más fino amigo q[ue] b[esa] l[a] m[ano] de u[ste]d,
El grande caballero de la trapa
Q[ueri]do y amigo Niubó.