Reservado
S[eño]r d[on] Ramón María de Jover y Vila, Tárrega
Barcelona, 1 junio 1842
Muy señor mío.
Sin tener el honor de conocer a v. y confiado solamente en su buena ley, me tomo la libertad de molestar su atención por habérseme asegurado que merecía v. toda la confianza de ese caballero, d[o]n Ramón de Subias, siendo esto así, como no dudo, no estrañará v. esta misión, dimanada del afecto correspondido hace tres años con mi apreciada d[oña] Josefa, hija del referido d[o]n Ramón.
Al principio y mucho después de dicho decurso en que se hallaba en esta la espresada señorita y también estando yo ausente, no se presentaban los obstaculos que después han sobrevenido en nuestra correspondencia y verdaderos amores, pero la realidad y eficacia de estos, que hasta algún tiempo a esta parte vencieron todas las dificultades y se ratificaron con el fin más recto, ha quedado cuasi interrumpida y parece q[u]e se nos ha querido colocar a la prueva más rigurosa con el imposible fin de apurar el cáliz más amargo, esto es desquiciar o separar lo imposible hasta para ello (perdóneme q[u]e lo presuma) olvidar la consideración o cuasi el amor filial.
En tal situación es muy sensible la ignorancia de las causas q[u]e puedan impulsar contra un proceder tan honroso, tanto más cuanto en esta parte no percibo disparidad, ni la encuentro tampoco para alegar contra las demás circunstancias q[u]e podrían oponerse y sí únicamente en no haberme deparado la suerte, bienes y fortuna, q[u]e para la subsistencia tengo el gusto de adquirir con mi trabajo satisfactoriamente.
A la penetración de v. entiendo será suficiente mi sensilla manifestación para q[u]e se penetre de nuestro crítico estado y se digne tomar a su cuidado el encuentro de nuestro alivio, cooperando a que ese cavallero, d[on] Ramón, se penetre de la triste situación de su hija, de las razones q[u]e acabo de manifestar, que con su mano al pecho medite que no encierran ninguna ridiculez ni estravagancia y tenga por dichoso no impidiendo nuestra felicidad en lugar de labrar la desdicha.
Dios me inspira ser digno de la gracia q[u]e encarezco a v. y, como para obtenerla cumplidamente, quiera v. preceder los informes de su agrado, espero se valdrá de personas desinteresadas q[u]e conozcan mi proceder.
Concluyo q[u]e este movimiento carece de todo interés y que solo es efecto de nuestro místico, antiguo y cordial amor.
Espero de la bondad de v. las noticias puedan convenirme en el asunto, seguro de que sus escritos y consejos servirán para comportarse al q[u]e se ofrece en cuanto pueda serle útil.
S[u] s[ervidor] q[ue] b[esa] s[us] m[anos]
Ramón de Miquelerena