Huesca, 12 mayo de 1805.
Padre mío muy amada: estoi ya desocupado del todo y tengo ya la cartilla en mi poder para llevármela en esa. El viernes estuve en una borla y gané un duro de propina. Ayer entré en la licenciatura de un amigo mío de Reus, que se llama Rincón, como era amigo y me había dejado la toga, le volví la propina. Los dulces los he dado de regalo al señor alc[ald]e, quien me ha vuelto la otra propina de la borla que es un duro, algo menos. Me ha recomendado m[ucha]s exp[resione]s para v[uestra] m[erced] y dice que, al volver yo en esa, escrivirá a v[uestra] m[erced].
García, mi pad[rin]o, le da también m[ucha]s expr[esione]s, me parece que sería bueno y debido que v[uestra] m[erced] le escriviese dándole las gracias y diciéndole procuraría corresponder a sus favores en su tiemp. Lo tengo ya pagado todo, jusgo que me faltarán 5 o 6 duros para el viage. El s[eño]r García me ha vuelto, según costumbre, las propinas suyas, que componen todas cerca 8 duros.
Esperamos de hora en hora a que llegue el traginero de Vique para irnos, tal vez pasado mañana saldremos de esta. Tengan v[uestras] m[ercede]s alegres fiestas de la S[ant]a Espinas. Por Dios, no se sepa nada de la antecedente carta y espera estar en su compañía quanto antes a cumplir a sus preceptos, su hijo,
Ramón María