Huesca, 24 marzo de 1808.
Mi estimado padre y señor: por manos de Salvador Reguart recibí ayer los 20 duros que v[ste]d se ha servido enviarme. Con la que acabo de recibir por el correo veo lo que ha pasado en paga de mi demasiada bondad y compación por un compañero. Por el correo de oy le ha venido de oficio al governador la privación de los empleos al Príncipe de la Paz. También es cierto que S[u] M[ajestad] ha renunciado a la Corona a favor de su hijo, el Príncipe de Asturias. Por muchas cartas particulares de Madrid se sabe que Godoy se escapó de la Corte, pero su fuga se supo, por lo que las Guardias de Corps y los Carab[inero]s Reales fueron en su seguim[ien]o y lo alcanzaron en Ocaña, donde, después de una escaramusa que hubo entre los que lo·iban a prender y los húsares de su guardia, lo cogieron y llevaron a Madrid, donde está preso. El pueblo de Madrid está amotinado y las gentes del alboroto se fueron a casa del herm[an]o del Príncipe de la Paz, lo atropellaron e hirieron y quemaron los muebles de su casa, llevando todas las camas y cavallerías al hospital. Dicen que está muy malo de sus heridas.
Caballero, Altimira y el embajador de Francia son los que lo dirigen todo. Fueron también las gentes de Madrid a Casa el Príncipe de la Paz, por ver si estaba escondido. Allí rompieron todos los cristales y quemaron las alajas y solo encontraron a la princesa, que estaba en la cama con su hijita. Las hizieron levantar y, en una berlina, las llevaron a palacio y, presentándolas al Príncipe de Asturias, le dixeron “hemos sa[ca]do a la # de v[uestra] a[lteza] de casa del traidor, la p[rese]ntamos a v[uestra] a[lteza] y pedimos la cabeza de Godoy”. El Príncipe respondió que se sosagassen, que todo iría bien. No obstante el pueblo continúa quemando retratos y muebles de Godoy y maltratando a los parciales de este. El Rey ha mandado se junte concejo de guerra para juzgar a Godoy. Esto es lo pr[incip]al que se dice, aún hay otras m[ucha]s cosas más. Exp[resione]s a la Sumsita y demás. Los estud[ian]tes todos se marchan y esperamos nosotros venir a gozar de la compañía de v[stede]s antes de Pasqua. Dios gu[ard]e a v[ste]d los m[ucho]s años le desea su más af[ect]o y obed[ien]te hijo,
Ramón María