Tárrega, 17 en[er]o 1808.
Ramón María: la demasiada tolerancia en permetir que Gaspar María dexase de cumplir a su dever y se acompañase de nocivos me·tiene en el mayor desconsuelo y falta de salud. Tú que estás a la vista de aquel y·eres mayor y, assí, en mi lugar como a padre, te mando que·no permitas falte un instante a las velas, que·no vaia de noche ni se acompañe de malos compañeros y te mando le·hagas conferencia cada día p[ar]a q[u]e sepa las lecciones, preguntas y argumentos le toquen y especten y, si acaso buelve a faltar en nada, te mando que·le hagas poner en la cárcel a pan·y agua·y me avises para aplicarle a un presidio porque,·a·palos, le obliguen a cumplir a su dever, ya que·ha menospreciado mis avisos y tú procura estudiar y aplicarte de·modo que, con tu exemplo y dilig[enci]a, me libres de semejantes desgustos, que·te aseguro son para·mí unos golpes mortales, pues no duermo ni como ni me divierto y todo me·da pena y todo me desespera pensando lo mucho he avisado y trabajado por vosotros y tan poco me vale y no·cirve para Gaspar María los azotes le di con las cuerdas del túmulo de N[uest]ra Patrona y·demás amenasas y avisos, pero, si de aquí adelante no cumple como debe, le aplicaré a un presidio. Por Dios, mándale que·vaya contigo a confesar la vigilia de·la converción de San·Pablo, que·será el domingo 24 del que·rige y ojalá q[u]e se convierta y mejore como lo deseo, lo suplica, lo pide·y manda a los dos,
Tu padre