Barbastro, 24 junio de 1815.
D[o]n Ramón María de Jover.
Querido y estimado primo: por tu escrito veo la fatal desgracia del fallecim[ien]to de mi amado tío y tu señor padre, que en paz descanse. No creerás el sentimiento que hemos tenido al ver tu carta, pero puedes estar seguro de que, por nuestra parte, lo encomendaremos a Dios. Muy sensible y triste es para mí esta desgracia, quando pedía yo esperanzar algún alibio de mi amado tío, pero hemos de conformarnos a la divina omnipotencia y Dios te dé a ti infinitos años de vida, como desea este, tu primo, para que me queda una rama de nuestra familia para mi socorro,
Nada te digo de la información, supuesto que me presumo el trastorno y llanto tuyo, pero sí te suplico, luego que estés desvanecido de esto, me la remitas.
Ygnacia te acompaña en el sentimiento y, de todas veras, nos postramos a tus pies rendidos, siempre leales &c.
Tu primo q[u]e te quiere, Antonio Llopis de Jover