Vich, 25 set[embr]e de 1812.
Mi amado padre y s[eñ]or: espero, dentro pocos vías [sic], verme en la compañía de v[uestra] m[erced] y lo deseo tanto que me hago molesto con los [que] me·han de despachar para·que lo cumplan luego.
Mi salud, aunque la he tenido alterada casi desde el primer día que llegué, nunca sus síntomas me han dado susto, solo sí mortific[acione]s. Yo deseo que la de v[uestra] m[erced] y de·todos los de casa sea siempre tan buena como puede desearse.
Ayer se·hizo una·solemne fiesta en el Convento de N[uest]ra Madre de las mercedes, el M[uy] I[ustre] Ayuntam[ient]o asistió a los oficios divinos, hubo un sermón y hay también una plática en todo el novenario. El orador de ayer ensalsó el desenso de·la Virgen y a los religiosos mersed[ario]s a lo sumo. Agradó mucho generalm[en]te a todos los oyentes el tal orador franciscano. V[uestra] m[erced] hubiera tenido un felis día en poder verlo todo. Yo, que acistí, lo tuve y no dexé de acordarme mucho de v[uestra] m[erced], haciendo votas en particular por·la·salud y prosperidad suya y de casa.
No corre acá cosa alguna nueva. Si la hay al·tiempo de mi partida, se·la·traeré. Un abraso a los dos ermanitos. A los demás par[ien]tes, m[ucha]s exp[resione]s, y con el mejor respeto y obediencia b[esa] l[as] m[anos] de v[uestra] m[erce]d, su hijo,
R[amón] M[aría] Jover