Barcelona, 7 set[iembr]e de 1814.
Mi muy amado padre: después de haber tenido un viage bueno, llegué felism[en]te en esta capital al anocheser del sábado último. Como la mula no sabía caminar aprisa, hube de ir solo toda la primer[a] jornada hasta Castellolí y, desde este pueblo, me acompañé con unos carros en que venían señores de Cervera.
Llegado en esta al amanecer del sig[u]iente día, me ví con Ignacio Girona, luego, con el tío d[o]n Pedro Vila y, después, con el oficial mayor del crédito púb[lic]o y con el mismo comicionado pr[incip]al, d[o]n Ramón de Llordella. Siento haber de decir que, por aora, no se admiten depósitos de vales para hacer quitaciones de censos, porque, como en tiempo de·la Sup[re]ma Central o de la primera Regencia se circuló carta orden para suspender la admisión de d[icho]s depósitos, aunque en sus nuevas providencias el rey manda generalm[en]te reponer las cosas en el estado del año 1808, el comicionado Llordella y su oficial mayor, respeto de no haber aún·tenido ninguna orden particular para la sup[ues]ta reposición, no se deciden. Sí que de poco ha han consultado a Madrid sobre el particular que nos interesa e instan igualm[en]te otros muchos. Según calculo, piensan en el crédito púb[lic]o que vendrá definida·la consulta a favor de·las quitac[ione]s y aún esperaban tener respuesta esta semana. Yo me esperaré un par de días y, si·no hay novedad, imediatam[en]te regresaré a la compañía de v[uestra] m[erced].
No he hablado todavía del asunto a los frailes y, si·no puedo depositar, tampoco pagaré aora las penciones. En la cuenta y dinero que me dio v[uestra] m[erced], su total 450 ll[ibras], puso 177 ll[ibras], 10 s[ueldos] por compra del vale de 600 pesos, reconociéndo yo en esta el dinero y cuenta, me salió la equivocación había v[sted] padecido, poniendo y entregándome la partida de 177 ll[ibras], 10 s[ueldos] por 148 duros, que hacen 277 ll[ibras] 10 s[ueldos], por lo tanto, aunque todas las demás partidas están bien y el·total que he contado es la misma, 450 ll[ibras] que v[sted] me dixo, notó y entregó, me hubieran faltado 100 ll[ibras] para despachar la dilig[enci]a que vine, cuales estaba prevenido de dexarme el amigo Girona.
Esta ciudad está muy llena de gentes más hay mucho malcontento porque los nuevos impuestos y ordenes tienen paralisado el comercio. El capitán gen[era]l marquez de Campo Sagrado llegó el viernes, está ya en palacio, se le presentan muchos memoriales, dicen que recibe con agrado, y hoy ha tomado posesión de la presidencia del Acuerdo. El Barón de Eroles se despide para marcharse a su casa. Sarsfield, días ha que no sale de casa por hallarse indispuesto. Corren muy pocas noticias de·la América, no son buenas, y del Mediterráneo se sabe que <que> está extendida la peste en la costa de berbería y hay noticia de·haberla tanbién en Gibraltar. En cuanto a asuntos generales, no habiendo novedad particular, se esperan con mucha ansia las disposic[ione]s del gran congreso. El coronel de Santiago y alg[uno]s oficiales del mismo están en esta. El reg[imien]to todavía es el Ampurdan. El primo Vila hace días que persevera en Mataró. D[o]n Juan de Aguilar tiene ya la certif[icació]n de capitán efectivo de cavallería, sin embargo, aún no está despachado. Los s[eño]res de·Moxó están buenos. Igualmente la prima Martí y Cardeñes.
Dígnese v[uestra] m[erced] de dar un abraso a la Asumta, a Pablito y al niño y exp[resione]s a la s[eñor]a y parientes. Su más afecto, amante y obediente hijo, q[u]e b[esa] s[us] m[anos],
Ramón M[arí]a de·Jover y Vila
Mi amado padre