Estimado Ramón M[arí]a: no debías haber sido tan conde[s]cendiente con esos Cardeñes, pues mil imprevistos accidentes podían haberte ganado la prioridad de la hipoteca y, por fin, ellos mismos inventar embrollos y enredar como acostumbran. No repares en recovenirle judicialm[en]te p[ar]a el cobro de lo q[u]e dice el vale, pero en el concepto de cobrar imediatamente todo, aun a fuerza de una exejución rigurosa, pues, no teniendo din[er]o p[ar]a pagar al pronto, ya convendrá en firmar y pagar los inter[ese]s. Miro fuera de necesidad el advertirte q[u]e este juicio lo debes empesar citándole p[ar]a q[u]e firme la escritura pública y, firmada, después instar la execución. Esto en el caso q[u]e no se presente inmediatam[en]te a reconocerte a ti y firmar la escriturra consabida. Tú has tenido demasiada condescendencia y con gente como esa no debe obrarse con tanta buena fe. Yo ya te había instruído lo q[u]e convenía y tú les conocías lo bastante p[ar]a no fiar con sus palabras enrededoras. Saludo a todos vosotros y disponed de v[ues]tro erm[an]o [sic],
Viala
#19 julio 1817