Gerona, 21 setembre 1847
Apreciadísimo esposo de mi corazón: ayer te escribí [y] ya te dige q[u]e abía recibido la húltima carta y me alegro muchísimo de q[u]e tú sig[u]es bien. Ayer noche a la hora q[u]e Mig[u]el acostumbra [a] tener las corbulciones más fuertes o la opresión al pecho q[u]e no le dege respirar, tubimos la consulta y dio al caso q[u]e ayer no tubo nada, gracias a Dios. Tal ves sería afecto de·q[u]e le abía echo decir los Santos Abangelios. Beremos. Por ahora tampoco tiene cosa particular, pero le noto un cierto, digámoslo así, desosiego y, ayer, quasi todo el día estuvo tocando el violín y, a·ratos, cantando y, antes de todo esto, lloró, diciéndome q[u]e quería jugar. Yo le dige, pues jug[u]emos, y ningún juego le venía bien y, después con el violín se distrajo y, [a] vista de todo esto, le digimos si le gustaría q[u]e d[o]n Francisco viniese a tocar la g[u]itarra y contestó q[u]e mucho y queremos probar a·ver q[u]e impresión le ará al oyir tocar la g[u]itarra.
Ayer resolvió la consulta q[u]e se hisiese unas friegas desde al cogote asta la rabadilla con éter y, por dentro, una medicina para lombrices y contra si·esto veremos cómo le probará. A·beses me ace pensar con tu hermano Narciso. Dios nos dé un buen remedio si conviene.
D[o]ña Bernarda, la Gracia te saludan, recibiendo tú todo el corazón de [tu] amantísima esposa,
Mª G[racia] B[arraquer]
P.D.: Yo pienso q[u]e, por ahora, es menester ver lo·q[u]e ará con esos remedios y no precipitarse y, según cómo viésemos, será preciso hacer una resolución porq[u]e Dios nos libre q[u]e nos quedase como tu hermano. No tengo más tiempo, q[u]e es día de misa.
Podrás decir a José Disares q[u]e diga a Junet q[u]e envíe media docena de gallinas q[u]e ahora, como el tiempo está fresco, ya se conservará quatro días la gallina, pues q[u]e están muy caras y hoy ha costado 28 r[eale]s el quarto y muchos días ha sosedido lo mismo.